Doce de julio, aterrizaje de una plaga
Confesos y dispersos en el culto del
Amor
El amor a la muerte comodidad bañada
En sangre
Unión anal entre milicos y paras
Marcha de guerra, un enemigo aparente
Ansiedad inexistente, en el poder de las
Armas
Placer perverso, por el olor a muerte
Ilusión de poder, entre el fierro y la
Carne
Catorce de julio, población de las Charras
Ínserción del miedo, aun no llega la hora
Amenaza, y menosprecio, no hay quien te defienda
La ley muta donde no llegan los ojos
El tiempo pasa, la omnipotente
Indolencia
Envuelta en camuflado, a expensas de la
Ley
El cinismo, la excepción, una buena paga
Coordinación, control, el arte genocida
Destripados, nunca su voluntad
Mutilados, incluso su inocencia
Degollados, nunca sus espíritus
Masacrados, incluso su recuerdo
Quince de julio, la orden ya fue dada
Con lista en mano llegan a Mapiripán
Cinco días de tragedia, 5 siglos de ignorancia
Silencio-olvido, nuestro más fino
Producto
La tropa enterada, cómplice de la matanza
Los altos mandos aun de vacaciones
Un país, un mito, una mentira entre fronteras
La verdad llora, recorre el río Guaviare
Destripados, nunca su voluntad
Mutilados, incluso su inocencia
Degollados, nunca sus espíritus
Masacrados, incluso su recuerdo